lunes, 14 de noviembre de 2011

Juegos de luz y sombra


Era de noche y la luz de mi habitación se volvió tenue sorpresivamente. Entonces comenzó a titilar de una manera bizarra. Es extraño pensar que la luz viaja en ondas pero además, surge como destellos de energía. Sin embargo, el dilema no es viejo, surgió hace apenas unos años, a la par que la consolidación del postulado cuántico.
A lo largo del tiempo y el espacio todo cambia, inclusive las ideas. Transitar de la concepción clásica de la física al modelo cuántico, conllevó al cambio de paradigma entre paradojas relativas a nuestro papel como espectadores de la realidad.
Asumirnos como partícipes de ella y no limitarnos a observar sin considerar que nuestra acción perturba al entorno, lleva a pensar que de alguna extraña manera, todo es tan relativo.
Así, la realidad parece ser siempre continua porque estamos inmersos en ella. El cambio de estado en la materia depende entonces de la alteración de su propio sistema. En ese momento emite o absorbe energía antes de entrar en la estabilidad del nivel obtenido. Por ende, la continuidad es inexistente.
La máxima dicta que la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma. A veces, se libera a lo en destellos de luz que, dependiendo de su intensidad, parecen iluminar los momentos más aciagos de oscuridad.
Juegos de luz y sombra. Inequívocamente excluidos entre sí, pese a ser contradictorios, se complementan. Son dos de los misterios que más me intrigan…